Cada aventura que emprendemos representa un escalón más en el crecimiento espiritual y aleja el aburrimiento y la monotonía. Pero, además, en el proceso, le servimos a otros como modelo y ejemplo para que ellos y ellas puedan vivir una verdadera aventura personal con Cristo.
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Curso: La aventura de mi vida
Vivir una verdadera aventura personal con Cristo.